domingo, 19 de octubre de 2014

Lluvia de Estrellas


Viejo de polizonte entre las calles, en la lluvia de estrellas se caen los nombres. Aquella que te regalé también se pierde igual que las letras se borran antes de ser publicadas como cartas.

Una fuga de ideas que me hace abandonar el mundo de las banalidades y en pleno ejercicio de mi desapego dejo todo, incluso el tiempo importante. Soy una persona sin oficio, un señor de tal muy ocupado.

Sigo calzando zapatos, nunca se sabe cuando habrá que salir huyendo, cuando esa estrella me caiga encima, cuando el pájaro en la jaula muera de inanición, cuando las ventanas se cierren.

Creeme, hasta tú te sorprenderías.

Sin pausa, ni tregua. Sin rencores. Más allá de un mundo irreal está el recuerdo. La idea cierta de que todo pasó según lo planeado para bien del olvido.

Tiempo de culto. Lluvia de estrellas.
El eco de las conversaciones.
Tú entiendes.

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