martes, 21 de octubre de 2014

La Espera.


Escucho triste la canción, aquella que traspasa el mosquitero de la ventana y salpulle la habitación bañándola en notas imaginarias, abatido por la nostalgia me siento a esperar, quizás lo que siempre espero llegue en unos cuantos minutos. Bien sé que las últimas mañanas las he vivido en los recuerditos de un recuerdo, quizás eso ha potenciado ese sentimiento azul que llega en los noviembres de cada año, ese que flota con la humedad en el ambiente y que se respira con monotonía.

Algún día pensé que todos esos recuerdos regresarían y me senté a esperar en la fría luz de la mañana a que todo regresara mientras el tiempo pasó caminando muchas veces, saludando allá donde lo lejos, recordándome que no me puede esperar porque la espera es la muerte más lenta que se puede vivir. ¿Entonces? ¿En dónde estás? ¿Por qué no llegas? ¿Por qué mandas esas señales falsas? No lo entiendo.

La conocí única resplandeciente en mi silencio y en el pleno de su ruido, me volví imán para dar un balance a todo pero al llegar la calma, con ella vinieron los pensamientos inútiles, desperté del sueño, mi corazón late fuera de control y aún no estás ¿Por qué no estás? Estoy tan acostumbrado a esta ansiedad que ya se volvió compulsiva. Las vibraciones, los parálisis, el sudor, el pánico, todo en un ataque gigante, agresivo, violento y destructivo. La turbulencia del viaje me ha dejado con la lengua exhausta de las palabras dichas, pero no importa porque la paciencia volvió a llegar y duermo, esperando por el siguiente día para despertar. Nunca me ha gustado dormir, alguna vez escribí las palabras "Siempre me pregunto si duermes, dormir es tan metafórico como la palabra vida, el absurdo intento de morir cada noche y todos los días." 
Siempre ha sido suficiente un instante para detenernos, permanecer sentados hasta que la magia irradesciente de un rayo de luz deja mi cuerpo como un daguerrotipo, una imagen pálida y perdida, fuera de las sensaciones que han desanimado al corazón que me tiene vivo. Sigo esperando, años, la espera, la luz en la ventana, mis párpados se abren...

...Y aquí estás,
Resplandeciente única.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario